7.3.11

¡Guillotina para Gutenberg!

" (...)Me pregunto si en el mundo de los libros no está pasando algo parecido. En el de los intelectuales sí, desde luego, que de conciencias de la sociedad, en la época del existencialismo, han pasado a ser monigotes de feria. Y es normal, ha desaparecido la figura del maestro, del maître à penser. Quizá no hacía ninguna falta, dirá alguien, quizá, pero sin maîtres la feria es más aburrida porque además de maestros del pensamiento eran también maestros de ceremonias. Ya vivían en la sociedad del espectáculo y lo sabían. Así que hacían un buen espectáculo. ¿Es tan deplorable?
(...)
Como conclusión a todo lo dicho solo se me ocurre pensar en la ironía de la historia. Cuando era chaval y toda la cultura que circulaba estaba relacionada con la galaxia Gutenberg, era difícil imaginar esta crisis del libro y el mundo editorial, si bien McLuhan ya lo había anunciado en varios de sus libros. Estamos cruzando un puente y uno no sabe qué hacer, si volver al cálido mundo Gutenberg, donde todo parecía tan duradero y tan seguro, o saltar al otro lado. De todas formas, no tiene por qué ser un salto mortal: han colocado una red."

Jesús Ferrero es escritor. ¡Guillotina para Gutenberg!

6.3.11

Cada época tiene que dejar su huella. ¿Pero que huella debemos dejar?

"(...) Cada época tiene que dejar su huella. Pero nada deja mayor huella en materia arquitectónica que la excepción. Es desolador. Aunque, algunas veces, estas excepciones tengan calidad arquitectónica, en mi opinión, no suelen poner de manifiesto las preocupaciones primordiales: la simplicidad, la verdad relativa a la construcción y el sentido común. ¿Por qué construir esos palacios, esos monumentos, cuando todo podría ser tan simple? La emoción procede de la arquitectura simple, legible; los espíritus necesitan que las cosas sean legibles. Y una arquitectura que revela su constitución, del mismo modo que un ser humano revela su constitución, revela a la vez sus objetivos, y todo ello sin camuflaje y, sobre todo, sin artificios.

Soy categórico, no es la forma lo que hace bella las cosas, sino sus características. La gente se siente atraída por la arquitectura del pasado, que llega al corazón de todo el mundo, de todos. Porque les conmueve profundamente la honestidad de esas viejas arquitecturas. Y, en mi opinión, esa honestidad es ante todo técnica. Acabo de pronunciar la palabra horrible, la palabra que da miedo..."

Jean Prouvé
Conversaciones con Jean Prouvé pág.42

Entiendo que no hay nada más complejo que lo que se esconde detrás de una aparente simplicidad. Nada más complejo que la victoria de la gestión de la complejidad que hay intrínseca en cualquier simplicidad.