8.8.10

Optimismo VS Utopismo

“(…) ese optimismo verdaderamente radical de Koolhaas es incompatible con el utopismo: el optimismo reconoce una inherente propensión o tendencia a cualquier disposición de hechos históricos (incluso de los “fragmentos” poshistóricos o la deriva pasiva del “placton” cultural al que alude Koolhaas), una dirección o propensión que puede estirarse y seguirse, mientras que el utopismo continúa atrapado en el universo moral de lo que “debería” ser y, por lo tanto, no puede reivindicar ninguna materialidad allá donde tenga que imprimir su forma quimérica. Es simple: optimismo y peligro son afirmaciones del estado salvaje de la vida –de esa vida que reside incluso en lugares y cosas-, mientras que el utopismo sigue siendo una afirmación del universo abortado de la idea del metafísico: transcendente, fijo y quijotescamente indiferente a las vividas provocaciones de un mundo histórico.”

“Para Koolhaas el optimismo como postura no es más que una “obligación”, de hecho, una “posición fundamental” para cualquier arquitectura. En realidad, la arquitectura seria debería desear ser peligrosa. (…) La arquitectura pasa a ser peligrosa cuando renuncia a todo lo “que viene dado” (…).”

“Volar con la bala” o “¿cuándo empezó el futuro?” autor Sanford Kwinter
En el libro “Rem Koolhaas, conversaciones con estudiantes”, GG 2002, pág.67

3.8.10

Procesos de oportunidades

“Con la obra ya casi acabada, los responsables de la seguridad del edificio nos sugirieron que colocáramos unas salidas de emergencia. Yo mantenía que la idea inicial había muerto, mientras que Siza, por lo contrario, comenzó de inmediato a modificar pacientemente el proyecto colocando las dos puertas de modo que encontraran e equilibrio justo, la escala correcta y las proporciones y las distancias adecuadas. El resultado final fue una fachada que seguramente era mucho más bella e interesante que la que habíamos proyectado en un principio. Se deben tener necesariamente en consideración las circunstancias reales para poder pensar no sólo según las reglas de una “gramática universal y abstracta”, sino también ser capaces de empaparse en el contexto y hacer que el proyecto nazca a partir de aquellas circunstancias precisas. La creatividad de un arquitecto consiste justamente en comprender y resolver tales contradicciones. En nuestra profesión nos enfrentamos constantemente con problemas que hay que resolver, con errores y adversidades; la grandeza y la genialidad de un buen arquitecto residen en la capacidad de gobernar las contrariedades y las adversidades.”

Eduardo Souto de Moura
Conversación con estudiantes de la Facultad de Arquitectura y Sociedad Politécnico de Milán (campus Leonardo) Milán, 25 Febrero de 2005

Eduardo Souto de Moura, conversaciones con estudiantes. GG,2008. Pág.58