19.1.10

Entrevista a Archikubik

Se acaba de publicar el nº3 de la revista Barcelonés donde un artículo de José Aguirre ha escrito el artículo "la vivienda se adapta a los nuevos tiempos". El artículo sobre reflexiones alrededor la vivienda actual se ha basado en una entrevista a diferentes despachos de arquitectos: BAAS, AIA Alalazar Navarro, Llongueras y Clotet, AV62 Arquitectos y ARCHIKUBIK.
Publicamos nuestras respuestas a la entrevista que fueron la aportación de ARCHIKUBIK al artículo.

NUEVAS SOLUCIONES PARA LA VIVIENDA URBANA

¿Cuál es el principal cambio que consideráis que está teniendo lugar cuando se proyectan nuevas viviendas urbanas?

Nos encontramos en el paso de la era de la propiedad a la era del acceso. Se necesita inundar el mercado de viviendas de alquiler a precios razonables que den cobijo a una gran cantidad de personas sin posibilidades de tener una vivienda en propiedad. Necesariamente esto cambia el modelo de la vivienda, que ha de ser más flexible y estar abierta a múltiples modelos familiares, a la vez que debe ser más transversal hablando en términos sociales.
De la misma manera que los habitantes del nuevo edificio se incorporan a una nueva comunidad, el edificio también ha de hacerlo, y nosotros tenemos la responsabilidad de entender esta nueva comunidad y aprovechar la oportunidad para poder mejorarla. Se ha de proyectar teniendo en cuenta la transición entre el espacio público urbano y el espacio más privado que representa la vivienda. Al proyectar un edificio a veces se olvida dar utilidad a los espacios comunes. Es importante aprovechar la creación de una comunidad para dotar al edificio de espacios compartidos, con programas que en las propias viviendas serían muy costosos y ocuparían un espacio significativo. La profunda transformación de la sociedad genera nuevos hábitos y necesidades emergentes que se traducen en nuevas tipologías y usos innovadores.
Es necesario también entender el espacio de la vivienda de una manera mucho más libre y abierta, todos somos diferentes y nuestro espacio privado de vida también ha de serlo. La vivienda se tiene que adaptar a nuestras necesidades, a nuestros cambios vitales, y no al revés.

¿Qué importancia juega el concepto de la flexibilidad cuando se diseñan nuevas viviendas hoy en día?

Vivimos en una sociedad en constante transformación, donde el futuro inmediato se convierte en obsoleto. La sociedad de la información está transformando nuestro entorno, nuestra manera de relacionarnos y nuestras necesidades, por lo cual tenemos que proyectar viviendas capaces de adaptarse a modelos de unidades familiares diferentes y cambiantes, a necesidades personales únicas con diferentes hábitos de vida, de interrelaciones. Tenemos que pensar en una arquitectura que conlleve mecanismos operativos con metros cuadrados inteligentes (m2/inteligencia) como código genético capaz de adaptarse a las necesidades variables en el tiempo de vida de una familia, de un individuo. Dividimos los espacios de la vivienda en tres: “hardspace” (espacio imprescindible e inamovible para una vivienda, como el baño y la cocina), “softspace” (espacio vital, para dormir, comer o descansar) y “extraspace” (espacio capaz de absorber las particularidades de cada persona, el espacio personalizado), con lo cual se consigue dar a la vivienda la capacidad de adaptarse a las personas.
Podemos hablar de flexibilidad en la vivienda cuando un mismo espacio tiene los mecanismos propios para modificarse según las circunstancias, y conseguir así un mejor aprovechamiento de dicho espacio. También es necesario tener en cuenta la adaptabilidad de la vivienda, es decir, su posible transformación a partir de necesidades temporales, con sólo pequeñas intervenciones a un bajo coste.
Se ha de incorporar el vector tiempo en la arquitectura. Cuando nosotros cambiamos, nuestro entorno también tiene que tener la capacidad de hacerlo. En definitiva, la flexibilidad debería ser una condición programática. Hay que sustituir de una vez las paredes por puertas. Todavía hoy encontramos obstáculos al proponer espacios que puedan ser abiertos o cerrados a voluntad, según las necesidades del usuario.

¿Existe una correspondencia real entre los nuevos tipos de unidades familiares y las viviendas en las que habitan?

Para que esto sea posible tenemos que construir unas viviendas que den respuesta a las necesidades de las personas. Nos encontramos con tipologías de viviendas que responden a modelos familiares muy rígidos y a veces caducos, que no se adaptan al amplio espectro de posibilidades de lo que significa una unidad familiar en nuestros días; en consecuencia, las viviendas tienen que tener la capacidad para poderse adaptar a modelos infinitos de unidades familiares y a su variabilidad en cortos periodos de tiempo.
Casi no existen viviendas en el mercado que den respuesta a estas nuevas unidades familiares, viviendas compartidas por gente joven, personas separadas, unidades recompuestas, o de edad avanzada, o familias “transgeneracionales” en viviendas que no están pensadas para poder mantener cierta independencia. Muchas de estas problemáticas son nuevas y tenemos que dar respuesta a ellas diversificando la oferta y permitiendo nuevos modelos que permitan la adaptación a las necesidades cambiantes de un modelo de familia en evolución. Se ha de entender que la vivienda va más allá de la puerta de entrada, que el edificio tiene que tener la capacidad de formar parte de la vivienda convirtiendo los espacios comunes en espacios de relación y convivencia, en espacios colectivos para el teletrabajo o el telestudio, o sencillamente para la concentración de servicios comunes destinados a los residentes.
Vivimos todavía en el ámbito de la vivienda del "desarrollismo", generando un producto obsoleto incluso antes de llegar al mercado. Los poderes públicos han desistido de promover viviendas adaptadas a las realidades de una sociedad que ha cambiado enormemente en una generación, y por su parte el ámbito privado reconoce la necesidad de innovar, pero no se atreve. Al final, el primero que se adapte al mercado ganará la carrera. O innovas o no vas.

¿Tenéis en cuenta a la hora de proyectar una vivienda cómo lograr que ésta consuma menos energía y recursos a lo largo de su vida activa?

Es imprescindible y una gran responsabilidad, al mismo tiempo que genera una mejor calidad de vida y una mayor durabilidad del propio edificio. Algunos principios se basan en el sentido común, en entender dónde estamos y cuáles son las condiciones de nuestro entorno, en un mayor aprovechamiento de la energía solar (mediante una mejor orientación), pero al mismo tiempo se busca proyectar fachadas capaces de adaptarse a las necesidades o viviendas con ventilación cruzada, con lo cual se minimiza el uso de acondicionadores de aire. También es importante el aprovechamiento y la separación de aguas para su reutilización, además de tener un minucioso cuidado en cuanto al detalle constructivo para optimizar el rendimiento energético del edificio. Es necesaria la incorporación de novedosas tecnologías para conseguir minimizar los consumos y aprovechar los recursos energéticos del sol, y los nuevos materiales, cada día más eficaces. Estos son elementos que se incorporan desde un principio y que forman parte del código genético del edificio, sobrepasando las obligaciones de eficacia energética de la normativa actual. El objetivo de emisiones 0 y el cumplimiento de la green agenda deberían ser ley. El futuro del planeta no es opcional.

¿Qué soluciones existen para reducir los costes económicos a la hora de realizar una nueva vivienda urbana?

El coste de construcción ha tenido un incremento razonable en los últimos 15 años. En realidad lo que se ha disparado es el precio del suelo. Si el coste de construcción apenas se ha incrementado un 50% en 15 años, la repercusión del suelo se ha incrementado un 300%, e incluso más. La construcción, necesariamente, será más cara en el futuro debido a los costes ambientales, la aplicación del CTE, el nuevo decreto de habitabilidad y las regulaciones que aseguran la calidad de la vivienda. Es el suelo el que debe bajar su coste hasta niveles de los años 80 o no superar el precio repercutido de construcción por metro cuadrado, o seguiremos con los graves problemas en el acceso a la vivienda.

ARCHIKUBIK Marc Chalamanch - Miquel Lacasta - Carmen Santana
www.archikubik.com

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