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Despiece y reseña de Una sociología de la globalización de Saskia Sassen


La socióloga y economista Saskia Sassen publicó en el año 2007 el libro Una sociología de la globalización, que a pesar de los años transcurridos continua siendo una fantástica herramienta para entender el mundo globalizado en el que nos estamos adentrando. En su prefacio plantea que tiene como objetivo trazar el mapa de un tema muy amplio pero sin sacrificar su complejidad, a sabiendas de que los procesos transnacionales de globalización política, económica y cultural enfrentan a las ciencias sociales con una serie de desafíos teóricos y metodológicos. Este libro busca desmenuzar un mundo globalizado que intenta superar las antiguas barreras físicas y psicológicas que la historia nos ha dejado. Cambios estos que afectan a nuestra sociedad en todos sus ámbitos (sociales, políticos, culturales, tecnológicos y económicos) y en consecuencia a la ciudad que se convierte en una de las grandes protagonistas.

Una sociología de la globalización desgrana la transformación del mundo hacia el nuevo paradigma que significa la sociedad de la información, reuniendo diferentes temas sobre los que Saskia Sassen ya había escrito anteriormente: la situación de los Estados frente a una economía global y las redes digitales; las ciudades globales como nodos principales de un mundo globalizado; los nuevos movimientos migratorios y las nuevas clases sociales, y los nuevos actores locales en la política global en un mundo conectado por las redes digitales. Investigaciones que desarrolla en función de las estructuras, las instituciones y las acciones propias de las categorías clásicas de la investigación sociológica.

La autora desarrolla su argumento partiendo de la pérdida de centralidad que está padeciendo el Estado-nación en un mundo globalizado, y a lo largo del libro profundiza en la creciente  desnacionalización de las estructuras de poder provocada por el proceso de globalización. Ahonda en la implicación que estos cambios tienen en la transformación social en las diferentes escalas locales, regionales, nacionales y globales de una sociedad obligada a adaptarse al cambio permanente.

En el primer capítulo del libro, Elementos para una sociología de la globalización, desarrolla su visión sobre la relación entre la desnacionalización de los Estados-nación -que llegan a reformular las relaciones de poder entre las escalas locales, capitaneadas por las ciudades- y las empresas globales producto de una economía global. Sassen expone las bases argumentales que después irá desarrollando en su obra a través de enfoques más particulares y de una serie de ejemplos o procesos a veces ya conocidos.

Para Saskia Sassen los procesos transnacionales en los que se encuentra el mundo, tales como la globalización política, económica y cultural, enfrentan a las ciencias sociales a desafíos teóricos y metodológicos absolutamente nuevos. En esta línea desarrolla las ideas de desnacionalización y de procesos multiescalares que son la base de una sociología de la globalización. Para ello disecciona la relación entre el Estado-nación con la nueva economía global y las redes digitales; la recuperación de lo local y la idea de lugar junto con las prácticas sociales para la construcción de una ciudad global; la importancia de los movimientos migratorios internacionales en las diferentes clases sociales y sus problemáticas en la ciudad global, y la formación de nuevas clases globales y la emergencia de actores locales en la política global, para terminar con la consolidación de nuevas formaciones sociales.

El libro afronta la visión de una globalización donde se forman procesos e instituciones globales. Pero al mismo tiempo, se muestran los procesos en los que están inmersos los territorios nacionales, sus diferentes redes y las entidades transfronterizas que a pesar de formar parte de la globalización y ser capaces de desestabilizar las jerarquías centradas en el Estado-nación, no están dentro de lo que podríamos denominar la escala global. Profundiza en el cambio de posicionamiento estratégico de los lugares que articulan el sistema nacional para generar uno nuevo en el momento en que se reformula toda la escala de valor. Muestra cómo se debilita la escala nacional para que se fortalezcan la subnacional (ciudades y regiones) y la supranacional (mercados globales digitales). Este mundo global  opera a nivel multiescalar, de tal manera que el Estado va perdiendo paulatinamente su franja de poder y el control sobre lo que eran sus formas tradicionales de desarrollo, para encontrarse inmerso en una continua búsqueda de un nuevo posicionamiento y de un nuevo ámbito de poder dentro de un mundo globalizado que demanda una fuerte relación de necesidad entre lo local y lo global, un hecho que ayuda a este proceso de desnacionalización de los Estados-nación.

(…) Cuanto más se globalizan y digitalizan las operaciones y los mercados empresariales, más complejas y estratégicas se vuelven las funciones de gestión centralizada y de servicios especializados (y las correspondientes infraestructuras y las instalaciones necesarias), con lo que las empresas se benefician de las economías de aglomeración. En distintos grados, estas economías de aglomeración  aún son posibles gracias a la concentración de recursos múltiples en un territorio, es decir, son posibles en las ciudades.” p. 28

Las nuevas redes que conectan a las ciudades mediante una variedad de actividades y de nuevas instituciones son un ejemplo de lo global constituido en diversos territorios subnacionales y con una intensidad cada vez mayor.” p. 35

La ciudad global no existe como entidad por sí misma, sino por su conexión con otras ciudades, y en este sentido se da una gran diferencia con las antiguas capitales de los imperios.” p. 40

En el segundo capítulo del libro, titulado El Estado frente a la economía global y las redes digitales, se analiza en un formato académico tradicional la relación entre el Estado y la globalización. Saskia Sassen señala la capacidad de la globalización para hacer disminuir la influencia de los Estados-nación en el desarrollo en las diferentes escalas y de sus ámbitos de poder. Una lucha de poder entre escalas donde el Estado aún tiene un papel estratégico al poseer la capacidad de hacer cumplir objetivos a través del poder coercitivo que todavía mantiene. El Estado es un interlocutor capaz de articular estrategias de acción colectivas que de otra manera serían imposibles de establecer, razón por la cual la autora defiende unas estructura multiescalar donde no desaparezca ninguna de las escalas hasta ahora existentes, sino que surgen otras nuevas y las que ya existían se reformulan para adaptarse a las nuevas cotas de poder y a las novedades tecnológicas, que son el motor sobre el que se hace posible este cambio de paradigma global. En definitiva, lo nacional y lo global se necesitan para el desarrollo de los procesos cada vez más complejos que articulan las diferentes escalas, gracias a las tecnologías de la información y la comunicación.

(…) el Estado no sólo no excluye lo global, sino que es uno de los dominios institucionales estratégicos donde se realizan las labores esenciales para el crecimiento de la globalización. (…) el Estado se convierte en el espacio donde se dan ciertas modificaciones de base que afectan la relación entre el dominio público y el privado, así como su propio equilibrio interno de poder, y el campo más amplio de las fuerzas nacionales y globales en el que debe funcionar.” p. 62

(…) el Estado no es una “víctima” de los procesos globales, sino que participa en su implantación. A su vez, cuando se establece la inserción de lo global en lo nacional, también puede demostrarse que esa participación del Estado conlleva una desnacionalización de ciertas funciones y facultades estatales. Por otro lado, es útil para señalar que, dada esa inserción, la variedad de modos de participación estatal podría ser mucho más amplia que en la actualidad, cuando en gran medida se limita a la profundización de la globalización económica.” p. 73

En su conjunto, la red de ciudades globales ofrece una infraestructura crítica en red para la gestión y el control de la economía global, con una especificidad considerable en sus funciones. Todo esto genera una serie de divisiones del trabajo entre diversos conjuntos de ciudades que contribuye a una articulación distintiva de la economía global”. p. 88

La necesidad de la economía global de producirse, reproducirse, abastecerse de servicios y financiarse. (…) Las ciudades globales son lugares estratégicos para la realización de dichas funciones, cuyo fin es gestionar y coordinar el sistema económico global”. p. 93

El capítulo Ciudades globales: la recuperación del lugar y las prácticas sociales es el que Saskia Sassen coloca la ciudad en el eje principal sobre el que se articula la producción de la globalización, el lugar de centralidad de lo local que es el complemento ideal para lo global. Es en las ciudades globales donde las empresas multinacionales encuentran el sitio donde asentarse hasta llegar a transformarlas con sus nuevas demandas y exigencias. Pero también las empresas multinacionales están transformando la forma de vida de los habitantes de las ciudades convertidas en globales. Los ciudadanos ven cómo aparecen nuevas formas de trabajo, y cómo crece la hipermovilidad de las empresas globales y la de sus trabajadores, tanto de los de más alto nivel como los de los más desfavorecidos. Estos trabajadores desfavorecidos sirven a las grandes empresas globales en los trabajos menos visibles, pero que al mismo tiempo son puestos que resultan imprescindibles. La ciudad se convierte en el centro de los estudios sobre la globalización, en ella se encuentra la capacidad para crear la masa crítica necesaria capaz de producir el conocimiento que genera una transformación global basada en las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, y la economía global.

Las imágenes que dominan el discurso sobre la globalización económica son la hipermovilidad, la capacidad de comunicación global y la neutralización del territorio y de la distancia.” p. 125
¿Por qué es importante recuperar las categorías de lugar y de proceso de producción para el análisis de la economía global, sobre todo en el caso de las grandes ciudades? Porque dichas categorías permiten observar la multiplicidad de economías y culturas del trabajo donde se inserta el sistema económico global, así como también recuperar los procesos concretos y localizados que materializan la globalización y afirmar que el multiculturalismo de las grandes urbes forma parte de ese fenómeno tanto como el mercado financiero internacional. Por último, el lugar y los procesos de trabajo nos permiten describir los caracteres específicos de una geografía de territorios estratégicos a escala global. Una nueva geografía de la centralidad.” p. 126



"La actual tendencia hacia una especie de urbanización de importantes dinámicas globales, aun cuando sea parcial, reposiciona a la ciudad como objeto de estudio. Y, una vez más, se plantea la pregunta: ¿de qué se habla hoy en día cuando se usa el término "ciudad"? Hace tiempo que la idea de ciudad es un concepto debatible, tanto en los textos de otras épocas (Lefebvre,174; Lastells, 1977; Harvey, 1982) como en las obras recientes (Brenner, 1998; Lloyds, 2005; Paddison, 2001; Drainville, 2004; Salter, 2006). En la actualidad, se está dando una desarticulación parcial del espacio nacional y de la jerarquía tradicional de escalas centrada en lo nacional, donde la ciudad quedaba anidada entre lo local y lo regional. Esta desarticulación, aunque sea parcial, dificulta una conceptualización de la ciudad dentro de dicha jerarquía. (...) Las ciudades emergen como una instancia territorial o escalar dentro de una dinámica transurbana. Aquí no se concibe a las ciudades como unidades cerradas, sino como estructuras complejas donde se puede articular una variedad de procesos transfronterizos que son reconstituidos como condiciones parcialmente urbanas. Es más, las ciudades globales no pueden ubicarse con facilidad dentro de una jerarquía escalar, por debajo de lo nacional, lo regional y lo global, ya que son uno de los espacios de lo global, donde dicha escala se inserta directamente, con frecuencia pasando por alto lo nacional." p. 131

"Las ciudades son territorios donde interactúan tendencias importantes, y a menudo complejas, lo que rara vez sucede en otros ámbitos. (...) La sociología enfrenta el reto de recuperar la noción de lugar en el contexto de la globalización, las telecomunicaciones y la proliferación de las dinámicas transnacionales y translocales. Tal vez sea una de las ironías de este nuevo siglo el hecho de que los viejos interrogantes de la escuela de sociología urbana de Chicago hayan resurgido como elementos prometedores y estratégicos para comprender ciertas cuestiones fundamentales de la actualidad." p. 133

"La ciudad global constituye uno de los nexos donde se materializan y se vuelven concretas nuevas reivindicaciones políticas. El debilitamiento del poder nacional genera la posibilidad de nuevas formas de poder y de política a nivel subnacional. Es más, en tanto se va fracturando el ámbito nacional como contenedor de los procesos  sociales, en sus múltiples modalidades se abren nuevas posibilidades para una geografía política transfronteriza que vincule los espacios subnacionales y en la que las ciudades tienen un papel protagónico." p. 136

"El conjunto de estas tendencias constituye nuevas geografías de la centralidad y la marginalidad que atraviesan la vieja división entre países ricos y pobres. Esta nueva geografía de los centros y de los márgenes que se evidencia en las grandes ciudades, tanto en los países desarrollados como de naciones en vías de desarrollo, no sólo contribuyen a reforzar las desigualdades existentes, sino que pone en marcha todo un espectro de nuevas dinámicas de la desigualdad." p. 151

"El espacio conformado por la red mundial de ciudades globales, con su nuevo potencial político y económico, tal vez sea uno de los espacios más estratégicos para la formación de nuevos tipos de identidades y comunidades, incluso transnacionales. Se trata de un espacio que se centra en el territorio y se inserta en lugares determinados y estratégicos, pero que a la vez tiene carácter transterritorial porque vincula ciudades que no comparten una proximidad geográfica. En este contexto, surge la posibilidad de un espacio para una nueva política transnacional, inserta al menos parcialmente en la política de la cultura y la identidad, pero a la vez superadora de ésta. En tanto la centralidad del lugar en el contexto de los procesos globales genera una apertura económica y política transnacional para la formación de nuevas reivindicaciones e incluso de nuevos derechos, sobre todo relacionados con el lugar. Esto podría también contribuir a la formación de nuevos tipos de "ciudadanía" y a una diversidad del espacio urbano como las nuevas reivindicaciones por parte de los actores transnacionales y de actores localizados transforman la ciudad global en una zona fronteriza para un nuevo alineamiento político-económico." p. 164

El cuarto capítulo, La conformación de los movimientos migratorios internacionales, expone cómo las necesidades de las empresas transnacionales están provocando movimientos migratorios a nivel global que superan las fronteras del Estado-nación: movimientos migratorios que afectan a todas las clases sociales, de manera legal e ilegal, y que están sujetos a las nuevas e imprevisibles dinámicas de la economía global.

"La exportación organizada de mano de obra, ya sea legal o ilegal, se ve facilitada en parte por la infraestructura técnica y organizativa de la economía global, es decir, por la formación de los mercados globales, por el fortalecimiento de las redes transnacionales y translocales y por el desarrollo de métodos de comunicación tecnológicos que escapan sin dificultades a los medios convencionales de vigilancia. (...) Dado que la globalización ya cuenta con una infraestructura institucional, los procesos que antes se daban básicamente a escala nacional pueden trasladarse a la escala global." p. 191



Este cambio paradigmático está creando unas Nuevas clases globales que se detallan y da título al capítulo quinto. La globalización está formando unas nuevas clases sociales bien reconocibles, al mismo tiempo que cobran fuerza algunas otras ya existentes pero menos reconocidas hasta el momento. Saskia Sassen las divide en las élites transnacionales -profesionales que controlan los medios de producción global-, las redes transnacionales de funcionarios públicos -clase burocrática global-, y la clase global de los desfavorecidos. Todos ellos constituyen los microactores de la sociedad civil global que en la ciudad también crean sus microespacios adaptados a sus necesidades. De esta manera las clases globales, junto con los nuevos actores políticos locales, constituyen nuevas formas de imbricación local-global que llegan a superar la jurisdicción del Estado-nación.

"(...) En los tres casos (el nuevo estrato de profesionales y ejecutivos transnacionales, los funcionarios públicos de distintos países que surge de la proliferación de redes transnacionales y la combinación de grupos de trabajadores migrantes desfavorecidos) se observan formas de globalidad que no corresponden al cosmopolitismo. Aunque pueda resultar asombroso, cada una de las clases globales está inserta en ámbitos locales densos, como lo son, respectivamente, los centros comerciales y financieros, los gobiernos nacionales y microestructuras locales de vida y de las luchas cotidianas, respectivamente. Cada una de estas clases está guiada por una lógica única más que por la multiplicidad de lógicas que conforma el núcleo del auténtico cosmopolitismo: en el caso de las nuevas élites profesionales, su lógica es la de la renta (más allá de que sus gastos culturales sean cosmopolitas), en el caso de los funcionarios públicos, su lógica es la de ciertas cuestiones estrictas y específicas de gobernabilidad dentro de su dominio particular; y en el caso de la sociedad civil, las diásporas globales y las redes de inmigrantes, su lógica es la de las luchas y los conflictos locales." p. 211

"El Estado-nación figura como un elemento fundamental por su centralidad en las luchas de poder, cualquiera que sea su definición. Por el hecho de que detenta el "monopolio del uso legítimo de la violencia física dentro de un territorio determinado" y centraliza los aparatos represivos e ideológicos estatales, dentro del espacio político nacional el Estado funciona como un elemento esencial para el dominio de clases y, por lo tanto, para la organización de dichas clases. Sin embargo, cuando la autoridad estatal se invoca para organizar a actores no nacionales o para garantizar derechos transfronterizos, el Estado afecta la organización de clases no sólo en escala nacional, sino a través de múltiples escalas." p. 214

En los dos últimos capítulos, Los actores locales en la política global y Nuevas formaciones sociales, se remarca la necesidad de superar las fronteras nacionales tal como las hemos entendido tradicionalmente y de superar la noción del Estado-nación basado en un nacionalismo metodológico. Esto tiene que permitir coordinar unas legislaciones globales y dominios digitales capaces de operar de manera multiescalar sin los límites fronterizos tradicionales. Es decir, es necesario superar las fronteras administrativas y geográficas tradicionales para poder operar de manera transversal entre las escalas transnacionales, supranacionales y subnacionales. Son las grandes empresas globales situadas en el centro de la nueva economía global las que rompen las geografías Estatales para imponer, en las diferentes escalas, sus intereses globales. Esto obliga a reformular la jerarquía de escalas que hasta ahora conocíamos, y con ello las diferentes estrategias de desarrollo a nivel local y global, entendiendo que son parte de un mismo sistema de vasos comunicantes conectados en red.

"Las ciudades y las nuevas geografías estratégicas que las conectan pueden concebirse como elementos constitutivos de la infraestructura de la sociedad civil y de otras esferas globales. Ahora bien, dicha infraestructura se construye de abajo hacia arriba, mediante múltiples microespacios y microtransacciones. En este paisaje político se inscriben diversas organizaciones dedicadas a cuestiones transfronterizas en materia de inmigración, asilo político, defensa de los derechos de la mujer, luchas contra la globalización y muchas otras. Si bien no todas ellas poseen una orientación o una génesis necesariamente urbana, suelen converger en las ciudades. Irónicamente, las nuevas tecnologías de red, sobre todo la de Internet, han fortalecido la cartografía urbana de estas redes transfronterizas. (...)" p. 238

La globalización económica y las telecomunicaciones han contribuido a la construcción de una espacialidad urbana que depende de las redes transfronterizas desterritorializadas y de los espacios territoriales con enormes concentraciones de recursos, fenómeno que no es completamente nuevo. Hace siglos que las grandes urbes se encuentran en la intersección de procesos de escala supraurbana e incluso intercontinental. (...) Lo que ha cambiado hoy es la coexistencia en ellas))) de múltiples redes, así como la complejidad de estas redes, su intensidad y su alcance. Ello implica un aumento de la cantidad de ciudades integrantes de redes transfronterizas, que con frecuencia operan a gran escala geográfica. En estas condiciones, gran parte de lo que se vive y se representa como local es, en efecto, un microambiente con alcance global." p. 240

(…) (((A pesas e))) estar parcialmente inmersos en el espacio virtual, los sectores económicos de avanzada de la actualidad conllevan una clase específica de materialidad. Como ya se señaló, aun los más globalizados y digitalizados (por ejemplo, el mercado financiero global) necesitan “pisar tierra” en algún punto de sus operaciones. Y cuando lo hacen, esto sucede en vastas concentraciones de estructuras y recursos materiales. Esta configuración arroja luz sobre tres problemáticas relativas a lo local y al contexto, que atañen a cuestiones relacionadas con la idea de que cada vez más actividades tienen lugar tanto en el espacio digital como en el espacio real.” p. 281

Para Saskia Sassen estos son los elementos esenciales para entender una sociología de la globalización, a pesar de que -como es natural- sea una sociología más compleja y en permanente transformación, de más contenido de lo que se puede recoger en el libro. No obstante, su obra marca las pautas sobre las que gira la sociología de la globalización. Queda claro, a lo largo de la lectura, que la metodología utilizada en sociología tradicionalmente para el análisis de la sociedad se está quedando obsoleta. Igual que sucede con el resto de profesiones, se han de buscar nuevos marcos conceptuales que sean mucho más flexibles y rápidos, y con capacidad para sintetizar y entender la complejidad a la que nos adentramos para intentar conseguir tener una visión más holística del momento actual. 

Entendiendo la dificultad que supone llegar a vislumbrar alguno de los caminos de futuro hacia los que nos dirigimos, la complejidad del presente y su velocidad de cambio permanente deja a penas tiempo y fuerzas para llegar a entender el presente, y hace casi imposible predecir un posible futuro.
En este libro, Una sociología de la globalización, se pueden encontrar muchas de las claves para entender el concepto que trata, pudiendo llegar a definir algunos de sus actores principales y las líneas de investigación que hay abiertas. Un libro que ofrece al lector nuevos campos donde poder profundizar y que le dará muchas pistas de hacia dónde nos dirigimos a través de realidades más que palpables. Una lectura interesante por el contenido, pero que al mismo tiempo demuestra que ser buen sociólogo no es directamente proporcional a ser buen escritor. Una lectura en la que en muchos momentos los argumentos se vuelven reiterativos hasta el enfado y obliga al lector a demostrar su interés por el contenido para no llegar a convertir el libro en un elemento más de decoración de nuestra estantería. El esfuerzo de su lectura es más que recomendado para asentar unas buenas bases de reflexión y de nuevos intereses de investigación capaces de permitir entender de mejor manera el momento de transformación que nuestra sociedad está viviendo a nivel local y global.
  
Marc Chalamanch
Artículo publicado en Urban Living Lab el 28/02/2015



Saskia Sassen
Una sociología de la globalización
serie discusiones 323 páginas, 13x20cm
A sociology of globalization traducción: María Victoria Rodil
ISBN 9788493543266, rústica – España


Saskia Sassen es socióloga y economista por la Universidad de Notre Dame (Indiana, Estados Unidos), y también graduada en Filosofía y Ciencias Políticas por la Universidad de Buenos Aires. Nacida en La Haya (Holanda, 1949), en la actualidad trabaja como profesora de Sociología en la Universidad de Chicago, así como en la London School of Economics. Sus investigaciones y su obra escrita se centran en la movilización del capital y la fuerza de trabajo en el mundo globalizado (incluyendo las dimensiones sociales, económicas y políticas), las nuevas tecnologías y los cambios resultantes de las condiciones de transnacionalidad de los estados actuales. Los análisis del impacto que estos fenómenos han tenido sobre las ciudades han convertido a Saskia Sassen en una referencia para la sociología urbana anglosajona. A ella se debe la identificación y descripción del fenómeno de la Ciudad Global.
Comienza su investigación sobre la Movilidad del trabajo y el capital en Cambridge University Press en 1988, donde desarrolla su tesis acerca de que la inversión extranjera en los países menos desarrollados puede aumentar la probabilidad de emigración si va dirigida a los sectores de trabajo intensivos y/o devasta la economía tradicional (planteamiento que refutaba las nociones establecidas con anterioridad, sobre que tal inversión sería retener a los emigrantes potenciales).
En La Ciudad Global (Princeton University Press, 1991; 2ª ed. 2001), investiga sobre la idea de que la economía mundial necesita inserciones territoriales muy específicas, y que esta necesidad es más aguda en el caso de sectores altamente globalizados y digitalizados, tales como la financiación (planteamiento que refutaba las nociones establecidas en el momento en que la economía global trascendió territorio y sus sombrillas reguladoras asociadas).
En su tercer gran proyecto galardonado, Territorio, autoridad, derechos: en Medieval a Global Assemblages (Princeton University Press, 2006), su tesis es que las globalizaciones parciales pero fundacionales de hoy, desde lo económico a lo cultural y subjetivo, se llevan a cabo en gran medida en el interior del núcleo y los entornos y las instituciones nacionales. Esto hace que la globalización sea en parte invisible porque se viste como nacional, incluso a medida que se desnacionaliza lo que fue construido históricamente como nacional.
Actualmente desarrolla el proyecto (((When Territory Eits Existing Framings))), bajo contrato con la Harvard University Press. Además de sus cargos en la Universidad de Columbia, Saskia Sassen es miembro de varios consejos editoriales y asesora de varios organismos internacionales. Es miembro del Consejo de Relaciones Exteriores, y miembro de la National Academy of Sciences


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